Esta finca forma parte de un conjunto de "villas" que rodean al hotel-restaurante del mismo nombre: al ser de gran extensión, cuenta con una inmensa zona de bosque natural y zonas de plantación, combinando la ostentación de la casa con la naturalidad del terreno.
La combinación de plantas decorativas con los elementos estructurales se traduce en una comodidad tanto a la vista como al tacto.
La finca destaca por la combinación entre elegancia moderna y naturaleza.